Neurobiólogos de la Universidad de Alberta (Canadá)
descubrieron que uno de los núcleos del tálamo -núcleo reuniens-
conecta las otras dos áreas del cerebro, la corteza prefrontal y el
hipocampo, y coordina sus actividades durante el sueño lento, ayudando a
formar recuerdos, informa el servicio de prensa de la universidad. Los
resultados del estudio se publican en la revista eNeuro.
El sueño de onda lenta o lenta es la fase más profunda del sueño,
durante la cual las vibraciones eléctricas del cerebro ocurren a un
ritmo muy lento, aproximadamente una vez por segundo. Esta fase es
crucial para la regeneración muscular y cerebral y, como se ha
demostrado anteriormente, desempeña un papel en la consolidación de la
memoria.
«Las ondas lentas durante el sueño benefician nuestra
memoria episódica, probablemente debido a las actividades coordinadas en
la corteza prefrontal y el hipocampo», explica Brandon Hauer, autor
principal del estudio. La memoria episódica contiene recuerdos de
acontecimientos de la experiencia personal: por ejemplo, «cómo asistí
ayer a una obra de un director famoso».
Los científicos han
descubierto que es el núcleo de los reuniens responsables de coordinar
las ondas lentas sincrónicas entre las dos estructuras. Un experimento
con ratas de laboratorio sedadas con anestesia ha demostrado que las
neuronas del núcleo talámico de los reuniens se activan en un momento en
que el cerebro anterior está inactivo. Es su trabajo el que está
asociado con las continuas y lentas vibraciones eléctricas del cerebro.
Los investigadores también activaron estas neuronas usando un método
optogénico (actuando sobre células con luz), lo que causó una respuesta
en el hipocampo.
El tálamo, o lomas visuales, es un órgano emparejado que se encuentra
entre las partes frontal y media del cerebro. Desempeña una variedad de
funciones, incluyendo un papel importante en la regulación de la
conciencia, el sueño y el despertar, y la concentración.
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